El desarrollo adecuado de los bovinos tiene una gran incidencia en el periodo de gestación, ya que es en este momento en el que se transfieren los nutrientes de la madre a la cría para que el cuerpo de esta pueda crecer adecuadamente conforme van pasando los meses de gestación y hasta que por fin se llega el momento del parto. Por esto es esencial para cada criador tener un control riguroso de este proceso reproductivo en el que la vida de la madre y la cría están en juego y en el que hay que cuidar hasta el más mínimo detalle con el fin de proteger la integridad de los bovinos y garantizar la sostenibilidad del hato.
Precisamente, en esta entrada de blog hablaremos acerca de los cuidados que se deben tener antes, durante y hasta después del parto con el fin de cuidar la vida de la cría y la madre. Este tipo de información es supremamente útil para los administradores de hatos o criaderos puesto que la gestación es uno de los pilares que determinan el crecimiento y sostenibilidad de la ganadería. Así que, si tiene animales próximos a dar a parir en su finca preste atención a estas recomendaciones para que el nacimiento de la cría sea todo un éxito.
El periodo de gestación de una vaca por lo general tiene unos tiempos establecidos en los que los administradores del hato tiene presente la proximidad del parto y sus etapas. Debido a esto es fundamental brindarles a las madres una alimentación acorde con las exigencias, en donde el suministro de sales minerales o productos premium de manera estratégica será determinante, ya que, las madres deben empezar mantenerse y producir nutrientes para suplir sus necesidades y las de la cría que está en desarrollo en su interior.
En este punto es fundamental mantener un buen nivel de nutrientes minerales como el calcio o el fósforo, que deben ser suministrados con productos suplementarios como las sales minerales, ya que, estos pueden no estar presenten en el pasto y/o aguas en las cantidades y proporciones que consumen los bovinos. La etapa más determinante en cuanto a la alimentación de la madre viene en el último mes previo al parto, puesto que es en este momento en el que la cría desarrolla entre el 70 y 75% de su cuerpo y, por el contrario, las madres tienden a disminuir su actividad física y a comer menos, siendo necesario un buen consumo de suplementos y sales minerales con el fin de evitar desequilibrios alimenticios en la fase previa al parto.
En este mismo periodo, de 3 a 2 semanas antes del parto de la cría, las vacas en gestación deben ser apartadas del resto de bovinos y demás animales de la finca para poder entrar en un periodo de cuidados particulares. En este sentido, lo más recomendado es llevar a la madre a un lugar tranquilo, limpio y cercano a la casa principal de la finca, ya que, de esta manera se le hará más sencillo a los trabajadores o administradores del hato el estar al tanto de la actividad de la madre.
Cuando se acerca el momento estimado del parto el encargado de esta etapa deben estar al tanto de la situación y pedir asistencia veterinaria de ser necesario para seguir de cerca el parto e intervenir en caso de que la madre presente complicaciones. Los partos de bovinos tienen tres periodos, el primero es la dilatación, proceso que dura unas horas y en el que la madre comienza a tener movimientos indistintos como pararse acostarse, arquear la columna o levantar la cola y termina en el momento en el que inicia la expulsión de la cría luego de que a dilatado lo suficiente.
Hay que mencionar que, por lo general, la madre es capaz de realizar este proceso de manera autónoma, pero siempre es ideal seguir de cerca el parto y actuar cuando el tiempo se esté prolongando más de lo normal, para esto es importante tener el acompañamiento de un profesional que pueda evidenciar más fácil posibles complicaciones. La expulsión de la cría puede tardar entre 30 minutos o 2 horas, aproximadamente y culmina cuando el animal está por completo fuera del cuerpo de la madre, que debe pasar a la tercera y última fase del parto: la expulsión de la placenta.
Por último, es importante dejar que la cría beba del calostro producido por la madre, ya que esta primera lactancia contiene sustancias vitales y minerales que le harán desarrollar un nivel de defensas que garantice su inmunidad. Cabe resaltar que el proceso de alimentación y crecimiento de la cría debe ir acompañado de la ingesta de suplementos y sales minerales, si deseas conocer a detalle cuáles son las más beneficiosas para el crecimiento de las crías te invitamos a explorar el catálogo de SOMEX ingresando aquí.