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El agua en la nutrición del ganado

El agua es uno de los nutrientes o si no el  más abundante en la nutrición de ganado de carne, llegando a contar con un 98% de todas las moléculas presentes en el animal (NRC, 2000). A pesar de esto, es también uno de los nutrientes que más se pasa por alto en detrimento de la salud de los animales y la viabilidad económica de los productores.

El ganado necesita un suministro adecuado (cantidad), asequible y frecuente de agua fresca para facilitar los procesos físicos y químicos del cuerpo (NRC, 2000). Por ejemplo, el agua se necesita para producir saliva, la cual a su vez ayuda a hidrolizar y lubricar el alimento para que pueda pasar fácilmente a través del tracto digestivo.

Además, ayuda a lubricar las articulaciones, amortiguar el sistema nervioso, transportar el sonido y es necesaria para la visión. El agua también es necesaria para procesos químicos siendo los menores el metabolismo y la producción de energía. Desde un punto de vista químico, el agua es necesaria dentro de la nutrición de ganado para la regulación de la temperatura corporal, así como para todos los aspectos relacionados con el crecimiento y la reproducción. Por lo tanto, un consumo inapropiado de agua puede limitar el crecimiento y la producción, lo cual se traduce en estrechos márgenes de ganancia para los productores. Es por esto que es importante comprender los factores que influyen en la calidad del agua para una adecuada nutrición de ganado de carne.

Necesidades de agua y consumo

Valorar las necesidades de agua para la nutrición de ganado de carne es retador puesto que las cantidades pueden variar por múltiples factores, siendo los tres más notables la temperatura ambiental, la etapa de producción y el peso corporal. Con relación a la temperatura, las necesidades de agua en la nutrición de ganado de carne pueden incrementarse cerca de un 60% al pasar de 21°C a 32°C (tabla 1). Como es de esperarse, las vacas en lactancia tienen mayores requerimientos de agua comparadas con animales en otras etapas productivas dado que la leche es aproximadamente 90% agua; las necesidades de agua aumentan a medida que aumenta el peso corporal. Los factores adicionales que influyen en las necesidades y la ingesta de agua incluyen la humedad, la edad, la raza, la dieta, la ingesta de alimento, la tasa de aumento de peso corporal (ganancia de peso), el nivel de actividad, la topografía y la ingesta de sal.

El consumo total de agua de los animales no proviene solamente de una fuente de bebida, sino de la humedad de los alimentos, especialmente de forrajes frescos. Una buena aproximación para determinar la oferta de agua para una adecuada nutrición de ganado es multiplicar por tres el consumo diario de materia seca, así un animal que consume 7 kilogramos de materia seca requerirá como mínimo una oferta de 21 litros de agua fresca de buena calidad.

Tabla 1. Requerimientos diarios de agua (litros) para el ganado de carne (Adaptado de NRC, 2000)

Temperatura ambiental (°C)
Etapa fisiológica Peso vivo (kg) 21 27 32
Litros/día
Novillos, toretes, novillas en crecimiento 181 22 25 36
272 30 34 48
363 35 78 57
Ganado en finalización 272 33 38 54
363 41 47 66
454 48 55 78
Vacas lactantes 408 64 68 69
Toros maduros 635 44 51 72
>726 48 55 78

Calidad del agua

Para una adecuada nutrición de ganado, este necesita acceso irrestricto a agua de buena calidad, la cual varía dependiendo del manejo que le demos a las fuentes de agua y a sus orígenes. Una fuente de agua limpia puede ayudarnos a ahorrar dinero disminuyendo la incidencia de enfermedades, mientras que el agua de baja calidad puede ayudarnos a ahorrar dinero en tiempo y manejo, pero reducirá el desempeño y salud del hato. Hay varios parámetros que definen la calidad del agua y que pueden ser valorados para determinar la calidad del agua para el hato, estos incluyen dureza, pH, salinidad, sulfato, nitratos y nitritos.

Dureza

La dureza del agua se refiere a la presencia natural de iones positivos (cationes) en el agua. El agua se cataloga como “dura” porque no puede hacer espuma fácilmente con el jabón. Los cationes comúnmente asociados con la dureza del agua incluyen calcio, magnesio, hierro y estroncio. Estos minerales se acumulan en el agua a medida que viaja a través del suelo y formaciones rocosas en fuentes de agua subterráneas.

La dureza del agua se expresa normalmente como cantidad equivalente de carbonato de calcio (CaCO3)(aunque propiamente esta sal no se encuentre en el agua) y ese valor recibe la denominación de dureza total (Holm et al, 2005); se calcula, genéricamente, a partir de la suma de las concentraciones de calcio y magnesio existentes (miligramos) por cada litro de agua; que puede expresarse en concentración de CaCO3. Es decir:

Dureza (mg/l de CaCO3) = 2,50 × [Ca++] + 4,116 × [Mg++]

Donde:

[Ca++]: Concentración de ión Ca++ expresado en mg/l.

[Mg++]: Concentración de ión Mg++ expresado en mg/l.

Las medidas de dureza también llamada grado hidrotimétrico del agua son:

mg/l CaCO3 o ppm de CaCO3

Miligramos de carbonato cálcico (CaCO3) en un litro de agua; esto es equivalente a ppm de CaCO3.

Grado alemán (Deutsche Härte, °dH)

Equivale a 17,8 mg/l CaCO3.

Grado americano

Equivale a 17,2 mg/l CaCO3.

Grado francés (°fH)

Equivale a 10,0 mg/l CaCO3.

Grado inglés (°eH) o grado Clark

Equivale a 14,3 mg/l CaCO3.

La forma más común de medida de la dureza de las aguas es por titulación con EDTA. Este agente quelante permite valorar conjuntamente el Ca y el Mg (a pH=10) o solo el Ca (a pH=12), por los complejos que forma con dichos cationes El grado de dureza del agua se presenta en la tabla 2.

Tabla 2. Grado de dureza del agua (adaptado de Sawyer y McCarty, 1967)

Tipos de agua mg/l °fH ºdH ºeH
Agua blanda ≤17 ≤1,7 ≤0,95 ≤1,19
Agua levemente dura ≤60 ≤6,0 ≤3,35 ≤4,20
Agua moderadamente dura ≤120 ≤12,0 ≤6,70 ≤8,39
Agua dura ≤180 ≤18,0 ≤10,05 ≤12,59
Agua muy dura >180 >18,0 >10,05 >12,59

La dureza del agua puede ser eliminada por medio de un descalcificador, proceso que se denomina ablandamiento o suavizado de aguas y que consiste en la reducción del contenido de sales minerales en el agua por medios mecánicos o químicos.

Por otro lado, el agua con bajas concentraciones de estos elementos se cataloga como suave porque hace espuma fácilmente con el jabón y se origina en suelos poco profundos donde el agua no está tan expuesta a las formaciones de piedra caliza y minerales. 

La palatabilidad del agua o su seguridad no son influenciadas por la dureza, sin embargo, esta puede causar problemas en los equipos destinados al manejo del agua, tales como sistemas de riego y sistemas de bombeo para bebederos. El agua dura tiende a producir incrustaciones que pueden cambiar el caudal y crear pérdida de presión en las tuberías. También puede obstruir válvulas y otros componentes importantes del sistema de agua.

En nuestro país las regiones donde suele ser más común encontrar aguas duras son los departamentos de Córdoba, Sucre, Cesar, y Atlántico, esto por supuesto no quiere decir que en otros lugares del país no se presente éste fenómeno, los valores encontrados en estas zonas de colombia pueden ser tan altos según el origen del agua con más de 200 ppm. 

pH

El pH es la medida de la acidez o alcalinidad en el agua. Un pH neutro corresponde al valor 7 de la escala. Cualquier pH por encima de 7 se considera alcalino mientras que un pH por debajo de 7 se considera ácido. El rango de pH aceptable para el agua que consume el ganado de carne se encuentra entre 6.0 y 8.5 (Herring, 2014). El consumo de agua a valores de pH por fuera de este rango puede afectar negativamente la nutrición de ganado, perjudicando su crecimiento y rendimiento. Por ejemplo, un agua excesivamente alcalina puede tener un efecto laxante y alterar la actividad digestiva normal mientras que aguas muy ácidas pueden causar acidosis y reducir el consumo de alimento.

Salinidad

La salinidad se refiere a la cantidad de sales que contiene el agua, no se refiere únicamente a la presencia de cloruro de sodio, sino de otras sales de calcio, magnesio e inclusive sulfato. Al igual que otros parámetros de calidad del agua, los niveles de salinidad que superan un rango “saludable” pueden reducir el consumo de alimento y por ende la ganancia de peso. Por lo tanto, es importante conocer qué niveles son saludables para una correcta nutrición de ganado de carne (tabla 3)

Tabla 3. Escala de salinidad (sólidos totales disueltos) en el agua para implementarse en una adecuada nutrición de ganado de carne (adaptado de Lardy et al, 1988)

Calidad Sólidos totales disueltos (ppm)
Excelente 0 a 1.000
Buena 1.001 a 2.000
Media 2.001 a 4.000
Pobre 4.001 a 6.000
Baja ≥ 10.000

La salinidad se mide comúnmente como sólidos totales disueltos (TDS por sus siglas en inglés) o sales solubles totales (TSS), ambas pueden ser expresadas como partes por millón (ppm) o conductividad eléctrica (EC). Se recomienda que el ganado consuma agua que contenga menos de 3.000 ppm TDS o TSS o una EC de 5.000 µmhos/cm. Trabajos llevados a cabo en feedlots demostraron que el ganado tuvo una reducción de 10% en la gdp y el consumo de alimento cuando se incrementó la salinidad del agua a cerca de 5.000 ppm (Ray, 1989). Finalmente, los signos de toxicidad por sal son consistentes con los signos de deshidratación, que se caracteriza por letargo, reducción del consumo de alimento, ojos secos y membranas mucosas.

Sulfato

En el agua, los sulfatos se ligan a minerales tales como calcio, cobre, selenio, sodio, magnesio y hierro, afectan la nutrición de ganado de carne y limitan su crecimiento y desempeño. A concentraciones muy altas, las sales de sulfato crean un sabor amargo del agua e inducen un efecto laxante que puede afectar negativamente la producción de carne.

Adicionalmente, el agua con excesivas concentraciones de sulfatos pueden contribuir a incrementar la incidencia de poli encéfalo malacia (PEM) un desorden neurológico caracterizado por lesiones cerebrales. La aparición de este trastorno neurológico se observó en novillos alimentados con dietas con al menos 0.38% de azufre en base a materia seca (Radostits et al., 1994). Así mismo, los sulfatos consumidos en el agua también pueden afectar la nutrición de ganado e inhibir el crecimiento y el rendimiento del mismo. El nivel máximo tolerable de sulfato en el agua para una adecuada nutrición de ganado de carne es menos de 500 ppm para terneros y 1.000 ppm para ganado adulto (Wright 2007).

Nitratos y nitritos

La toxicidad por nitrato raramente proviene solo de una fuente de agua. Las concentraciones más altas de nitrato en el agua ocurren típicamente durante condiciones de sequía cuando el nivel del agua en los estanques disminuye y por ende los niveles de nitrato aumentan. El problema en sí se manifiesta cuando los niveles totales de nitrato provenientes del alimento y el agua de bebida alcanzan niveles tóxicos. A pesar de la preocupación generalizada sobre los nitratos, los nitritos se consideran la forma tóxica para el ganado, no los nitratos. Los nitratos provenientes del alimento y el agua de bebida son convertidos a nitritos por algunos microorganismos del rumen. Estos compuestos luego se absorben en el torrente sanguíneo donde convierten la hemoglobina en metahemoglobina, una forma de hemoglobina que disminuye el transporte de oxígeno y por lo tanto induce anoxia y finalmente la muerte.

Conclusiones

Los bovinos requieren cantidades importantes de agua dentro de sus nutrientes. La producción del ganado  se ve seriamente afectada si su consumo se restringe.. El consumo de materia seca, el estado reproductivo, el nivel de producción de leche, el contenido de materia seca de la dieta, la ganancia a de peso, la temperatura ambiente y el consumo de sodio son factores que afectan de manera importante el requerimiento de agua. Para un óptimo desempeño, una adecuada nutrición de ganado y velar por su salud, es necesario contar con un suministro frecuente de agua de buena calidad de modo que la producción de carne siga siendo rentable para los productores. Los productores pueden usar parámetros tales como la dureza, pH, salinidad, sulfatos y nitratos para determinar la calidad del agua ofrecida al rebaño.

Referencias bibliográficas

Herring, A. 2014. Beef cattle production systems: Wallingford, Oxfordshire; Boston, MA: CABI.

Holm F.A., Henry J.L. 2005. Water Quality and Herbicides.  Crop Development Branch, Saskatchewan Agriculture and Food.

Lardy, G. Stoltenow, C y Johnson, R. 1988. Livestock and Water. North Dakota State University, Extension Service Bulletin #AS-954.

National Research Council. 2000. Nutrient Requirements of Beef Cattle: Seventh Revised Edition: Update 2000. Washington, DC: The National Academies Press. https://doi.org/10.17226/9791

Radostits OM, Blood DC y Gay, CC. 1994. Veterinary medicine: A Textbook of the Diseases of Cattle, Sheep, Pigs, Goats and Horses. 8th ed. London.

Sawyer CN y McCarty PL. 1967. Chemistry for Sanitary Engineers. 2nd Ed. McGraw-Hill Series in Sanitary Science and Water Resources Engineering. New York, Pp.518

Wright C.L. 2007. Management of water quality for beef cattle. Vet. Clin Food Anim 23:91- 103

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