El consumo de sal asegurado por animal es una práctica realizada en su gran mayoría en explotaciones de lechería especializada, que rutinariamente se hace durante el ordeño en conjunto con el suministro de concentrados, silos, afrechos, entre otros suplementos; la importancia de efectuar esta práctica se respalda en los siguientes conceptos:
1. La administración individual a cada animal asegura una cantidad fija diaria de suplemento mineral, dado que es medida por el ordeñador.
2. Si se asegura una cantidad diaria de minerales, se previenen la presentación de ciertas enfermedades, disminuyendo gastos de interés económico para la explotación.
3. Genera una sensación de confianza entre el animal y el ordeñador dado que, durante la extracción de leche, el animal enfocara su atención en el consumo de concentrado, sal y otros suplementos, disminuyendo el estrés que se da durante el ordeño. “La etología permite al ganadero poner en conocimiento su importancia de implementación, donde se brindará al
animal buenas prácticas ganaderas teniendo como resultado un producto final de calidad”. (Grandin, 1985)
4. Se asegura el consumo de cantidades adecuadas teniendo en cuenta la producción de cada animal. Si el suplemento es administrado en potrero se corre el riesgo de que el animal dominante sea el que consuma el producto, dejando a los demás sin acceso a una porción apropiada. “La conducta alimenticia puede verse afectada por ritmos diurnos y factores sociales. Si
en una finca ganadera no se le brinda los requerimientos necesarios de manejo animal no solo se vería afectada la explotación si no todos los individuos que hacen parte de ella”. (Alcides, 2010).
5. El suministro en potrero puede generar cambios físicos y organolépticos si no se manejan saladeros adecuados (cubiertos y/o inteligentes), que protejan el producto de la radiación solar y las lluvias.
6. El suministro de sal en potrero en situaciones puntuales no permite el manejo adecuado de la frecuencia con la que se está supliendo a los animales, una de las razones se debe a la distancia que puede existir desde la bodega de alimentos hasta los potreros más lejanos de la explotación, por lo que pueden pasar varios días sin que los animales tengan acceso a los minerales
Cabe resaltar que la administración de los minerales debe ser una práctica de manera individual teniendo en cuenta la etapa de vida y la calidad de la dieta. Se sugiere ajustar el consumo según el promedio de producción de la explotación. Por cada litro de leche producido dar 10 gramos de sal. En el caso de aquellos animales que superan los 20 litros de producción se suministra 100 gramos de sal en el ordeño de la mañana y 100 gramos de sal en el ordeño de la tarde y se recomiendan dejar saladeros (cubiertos o inteligentes) en potreros con producto a voluntad (ad libitum).
En conclusión, el manejo individual de suministro de sal mineralizada disminuye la competencia entre los animales, fortaleciendo la salud del hato, reproducción y productividad asegurando una mayor rentabilidad para el ganadero.
Bibliografía.
Grandin, T. (1985). La conducta animal y su importancia en el manejo del Ganado. Veterinaria Mexicana. México, DF.
Alcides Sampedro, m., & Kathya cabeza, n. (2010). Importancia de la conducta animal para el manejo productivo de la fauna silvestre y doméstica. Revista Colombiana de Ciencia AnimalRecia, 2(1), 175-214.